El geco crestado (Correlophus ciliates) se encuentra en su hábitat natural en los árboles, aventurándose a salir durante las primeras horas de la tarde y durante toda la noche para buscar alimento. Es una especie arbórea, tiene las habilidades para trepar más asombrosas y es capaz de aferrarse y trepar sobre superficies sólidas, incluso de vidrio, sin problema gracias a cientos de pelos diminutos llamados setas. Su recinto siempre debe contener muchas plantas y ramas. Esta especie de geco fue documentada por primera vez en 1866 por un zoólogo francés y luego redescubierta en una expedición en la zona dirigida por Robert Seipp, en 1994, ¡habiéndose pensado que estaba extinta!